p E R F público extranjero, acoscumbrado a la buena calidad en este tipo de edi­ciones. �En cuanto a los trabaJOS, debían dar a conocer los resultados de inves­tigaciones originales y . erias que, en general, por ser textos muy especiali­zados, nosotros, mediante un con ejo de redacción, haríamos accesibles a un público no especial is La en la mate­ria, sin disminuir, de..�de luego, la esencia de su información. No es una larca fácil, pues requiere mucho tra­bajo editorial y una inversión econó­mica considerable. "Por ejemplo, El rostro de la muer­te, de Eduardo Matos Moctezuma; se trata de un libro que recrea y aborda inteligentemente las ideas de . . -• �-;·:-.·· ..... .: .. � ·.:. L E o T los pueblos prehispánicos sobre la muene. Es un libro de pasta dura, todo a color En ti, además, el maes­tro Matos hace una serie de pro­puestas sobre el concepto de me­soamérica y expone cuestiones muy interesantes sobre este aspecto que él ha verúdo investigando desde hace tiempo. Él deseaba que fuera a la vez un libro de arte prehispánico sobre la muerte, es decir, deseaba que sus planteamientos fueran acompaña­dos de ilustraciones que le otorgaran un carácter artístico a la publicación. Lo tenemos editado en español, in­glés, írancés y alemán. En el caso de la Guía de Teotihuacan, además de esos idiomas, hicimo una traducción al japonés.'' -· l l ·' o R A L ¿significa que ustedes exportan sus productos al extranjero? "Si, pero no en el volumen quedeberfa­mos. El mercado imponante lo tene­mos en Mé.xico. Aprovcchamo las reuniones a las que acuden los distri­buidores extranjeros, las ferias incerna­cionalcs, y respondemos a lo pedidos de librerías de otros paises, pero toda­vf a no hemos logrado tener una pre­sencia imponante fuera del pafs." En cuan/o u la dislribuci6n de sus libros, ¿qué problema enfrentan?, ic6mo han podido resolverlos? •Es un problema muy serio para las pequeñas editoriales. Recuerdo la primera etapa como editores de Ja re­vista El Cuento, cuando no había po­sibilidades i no se hacfa un esfuerzo personal muy grande. Como mencio­n� antes, los distribuidores simpau1..a­ban con nosotros, pero no tenfamos La capacidad económica para en erar a to­dos los puestos de periódico de la Unión de Voceadores en el Distrito Federal, menos aún a los del interior de la República, pues careciamo de los tirajes indispensables para sunir­los. Así que rccurrimo a las librerfas, y para ello fue necc.sario organizar un aparato propio de distribución quese hiciera responsable de esa actividad. Hasta ahora lo seguimos haciendo de la misma manera, lo cual implica in­convenientes para el editor, como son las inversiones en instalaciones y equipo, las complejidades adminis­trativas, los almacenes, el financia­miento, etc. En fin, la distribución es un negocio costoso, poco redituable, sobre Lodo cuando no se manejan vo­lúmenes considerables o no se tiene u na amplia Hnea editorial; pero es una necesidad inevitable. Es uno de los problemas fundamentales que deben encarar las pequeñas y medianas edi­toriales. Incluso es el motivo por el cual no logran subsistir muchas revis­tas especialir.adas.• 13
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