p E R F l E D T o R A l GV editores, entre la antropología y el cuento drián Garcfa VaJadés tiene sus raíces en la revista El Owuo; ah( encontró desde 1964 la puerta de entrada que Jo conducirfa sin remedio al oficio editorial. Hoy, ya lejos de aquellos años) dirige su propia casa editorial, que encauu también su otra vocación: la antropologfa. Cada libro que publica está vinculado al placer y al deseo de rescatar los componentes de nuestro pasado cultural, de ilustrar la memoria. "Desde muy pequeño me relacioné con el periodismo y la literatura, pues crecf en una familia de escritores. Empecé Ja carrera de psicologfa y la de administración de empresas, pero me encontré en la antropologfa, la que finalmente estoy terminando después de haber recorrido otros muchos caminos. Desde luego, todas las influencias que van de los juegos de la niñez hasta mis diversos intereses profesionales vinieron a concretarse en mi trabajo de editor.• Adrián Garcfa cuenta que en 1964 comenzó a trabajar al lado de Edmundo Valadés en la revista El Cuento, desde el primer número de su segunda época. "La primera portada de El Cuento la dibujó Froylán Ojeda yla mujer que posó para él fueRosaura Revueltas.• La imagen pende de un clavo en una pared de la oficina de nuestro interlocutor, quien mantiene Ángtl Leyva colabora regularmente en esta revista. ANGEL LEYVA ------------la mtísica ambiental durante Ja conversación con Libros de México. Así pasamos de Mozart a Brahms, de Hayden a Beethoven. La famosa actriz del filme tan poco visto, La sal de la tierra, aparece con su sombrero de hojas de árbol, mientras que su cabc-1.a descansa sobre un platón de frutas. "Con ese primer número en la mano salf con mucho miedo a ofrecer la publicación a las librerías -agrega Garc[a Valadés-. Se trataba de abrirle mercado a como diera lugar; desde luego, contábamos con el apoyo de varios libreros amigos. No puede negarse que había librerías que nos veían con mucho escepticismo, nos sugerían que hiciéramos una publicación de «monitos», o algo por el estilo, que fuera más comercial. "Allf estuve durante ocho años, pero en realidad nunca dejé de pensar en esa publicación, no abandoné mi interés y cariño por dicho proyecto y me mantuve cerca de ella. Descubrí que los editores son aprendices de todo, pues su labor es muy variada. El propio Edmundo se encargaba de ·cJeccionar el material y de ordenarlo personalmente, de formar la revista, y mientras esto ocurrfa, llegaba Juan Rutfo, con quien sosteníamos 11
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